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El otro de los demás eres tú

Por: Lizzette Diaz.

¿Alguna vez te habías puesto a pensar en esto? ¿Sabes quién es el otro de los demás? ¿A qué no adivinas? Pues justamente eres tú. Hace un año cuando las noticias del COVID-19 nos llegaban desde la China yo pensaba “pobre gente, como se están muriendo con esto” pero la verdad no me preocupaba mucho después de todo eso le estaba a los otros,  no era algo que tuviera que ver conmigo, ni con los míos, la tragedia estaba tocando la puerta de los otros, no de la mía, así que no me estresaba demasiado.

Luego el virus llegó a los Estados Unidos y llenó de tristeza miles de hogares en New York, igual estaba lejos, no era a mi, era a los otros a los que estaba afectando, pero poco a poco la historia comenzó a cambias, los otros estaban cada vez más cerca de mí, hasta que mi familia se convirtió en el “otro de los demás”.

 

 

Aumento de covid

Todos vivimos la vida en automático hasta que algo inesperado sucede. Justamente en esos momentos nos cae el 20 para descubrir que no somos infalibles, que la vida cambia constantemente, que nada dura para siempre y que las cosas tristes no solo le pasan a los demás, porque en algún momento el otro podría ser yo. ¿Cuántas veces en el último año te has detenido a pensar en algo así? ¿Qué haría? ¿Cómo reaccionaría? ¿Dónde buscaría ayuda? ¿Realmente estoy listo para enfrentar los momentos difíciles de la vida?

Estamos tan concentrados en nosotros mismos que, incluso, viendo como están las cosas actualmente, los altos números de contagio que existen, el altísimo nivel de mortalidad que todavía sigue enlutando a miles de familias en el mundo entero, nos quejamos porque no podemos reunirnos con los amigos, hacer fiestas en grande como solía pasar, quitarnos el tapabocas porque se ve feo en las fotos y querer estar todo el tiempo haciendo vida social, total “eso le pasa a los otros, no a mí”.

 

Concluyendo

Hoy en día entiendo con absoluta claridad que en estos momentos yo soy “el otro” de los demás, por lo que ahora miro a los demás de una manera distinta, entendiendo que en cualquier momento también serán los otros de los otros. La gran lección aprendida es saber que existen muchas maneras de enfrentar los malos momentos, que necesitamos aprender a cultivar los buenos y que lo único que trasciende nuestra existencia es todo lo que hemos sembrado en esta travesía llamada vida que nunca sabremos cuándo llegará al puerto final, pero que definitivamente algún día llegará. Hoy sé que para los demás yo soy el otro, pero quiero que sepas que espero estar allí para ti cuando tu seas el otro de los otros.

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